viernes, 23 de marzo de 2018

Serif - Sans Serif

El texto nos rodea y es la herramienta principal de comunicación que tenemos.
No es solo es importante lo que dice un texto, sino también cómo lo dice.
La forma de materializar un texto es a través de la tipografía.
Al escribir a mano usamos caligrafía pero en la actualidad cuando queremos transmitir un mensaje lo hacemos por medio de la tipografía, que tiene ciertas características.
Hay diferentes familias tipográficas: neutras (como la Helvética), otras de palo seco que son muy técnicas (como la Gotham), algunas que remiten a lo clásico (como la Garamond).

Tipografías Serif y Sans-serif

 


No solo comunica explícitamente el texto que está escrito caracter por caracter, sino que es importante la forma en la que ese texto dice lo que dice.
Las familias tipográficas escriben de cierta manera en particular.
Entre los grupos de tipografías hay dos que son los más importantes: SERIF y SANS-SERIF.

Las tipografías Serif emulan la escritura manual y caligráfica y tiene ciertos remates que tienen que ver con la impronta de la pluma. Por otro lado están las Sans-serif (del francés sin remates) que tienen un trazo homogéneo que no modifica el grosor a lo largo del caracter.




Variables tipográficas

Dentro de una misma familia tipográfica tenemos variables, osea, diferentes diseños de caracteres, algunos más gruesos y más angostos, e inclinados. Usualmente los denominamos negrita o bold, o cursiva.

Algunas tipografías tienen varias variables:






Esta es nuestro dibujo hecho por letras:

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